31 dic 2012

POR HOY TODO ES SEATTLE...

Empiezo citando a Tess of the D’Urbervilles (Thomas Hardy 1891) como referencia a la ultima novela que acabo de leer (primera parte de una trilogia...y no acostumbro leer trilogías), que se suma de coincidente manera, a la novena temporada de Grey's Anatomy y trae a mi memoria una época no tan antigua de mi propia vida que... bueno prefiero describirla con unas cuantas fotografías from internet.

a C.G.
 
 
 
 


Españolitis

from Dame una tregua

















- Es un dolor intenso, doctor, punzante, fragoso.

- ¿Aquí?

- No

- ¿Aquí?

- No

-¿Aquí?

- No.

Resoplido.

-¿Dónde entonces?

-No sabría decirle, pero cómo duele.

Silencio. Ojos.

- Seguramente sea la españolidad. Una inflamación de la españolidad. Últimamente se están dando muchos casos.

- ¿Y es grave, doctor?

- Se puede vivir con ello.

- ¿Se opera?

La lista de espera es larga, y ahora con los recortes… pero no tema, le recetaré algo para los síntomas, para la tristeza, para la desesperanza, para esa melancolía típicamente española que produce la enfermedad.

- ¿Y cómo la he cogido?

- Vaya usted a saber, malos hábitos, una dictadura que campó a sus anchas y sigue campando, una nefasta transición, una estructura podrida por la corrupción… puede que Julio Iglesias… no están claras las causas.

- ¿Y qué me recomienda, doctor?

Silencio.

- ¿Qué me recomienda?

Ojos.



ANOCHE ERA UNA TIPA NORMAL...AHORA NO LO SÉ


La trama de la novela me dejó por varios momentos, absorta en mis propios recuerdos. Afectada de cierto modo, podría calcular. No imaginé que ésta navidad mía, sería perturbada de esta manera. Analizando los hechos reales (los míos) e imaginarios (los del libro), llegué a la conclusión una vez más, de que nada sucede por casualidad. De hecho, muchas situaciones y circunstancias desquiciadamente coincidían entre sí, pero de ello no escribiré ahora. Bástame decir que hoy mismo y en cuanto llegue a casa, tomaré el libro relucientemente nuevo, comprado hace 48 horas y leído en la misma cantidad de tiempo, y lo depositaré en el tacho de la basura. Sí, ese será su último lugar en mi departamento, antes de ir a parar a quien sabe dónde.

Luego de observarlo semiescondido en la bolsa negra del tacho, por dos milésimas de segundó querré tomarlo de nuevo y colocarlo en mi librero blanco, quizá junto al de Lechín y Siles (los tres debieran estar en la basura), pero casi inmediatamente, me convenceré de lo que en verdad son, y me decidiré por gestionarles un lugar final entre los desperdicios de fin de año.
 

RECORDANDO ESTABA...

...sobre algunas cosas y personas pasadas, quizás hace un par de años atrás...cuando me hallaba en situaciones poco similares que las de hoy. Casualmente (y no hay nada casual), hallé este breve escrito from impersonem que me recordó algo...a alguien...en fin, ahora lo transcribo:

UY, UY, UY


Uy, uy, uy, los ladrones se visten de traje
(engañoso ropaje),
guantes blancos, corbata de seda,
la camisa a su gusto queda,
un par de gemelos
que hacen juego con alguna pulsera,
un reloj que ha costado lo suyo,
el cual mide los tiempos en la sala de espera
donde el engaño acomoda sus cuentas...

Y el dinero se va por aquí y por allá
y por el fondo de alguna chistera,
y si el guardián de la ley
descubre sus tretas,
a pensar la estrategia
para una buena defensa,
y a preguntas del Juez
se encogen los hombros
y la boca se cierra,
y según sean los hilos
y según sea la tela
así será el traje y el trato,
y presuntamente así la condena,
y el in dubio pro reo
será o no invocado
y será o no concedido.

Este mundo es tan solo un teatro
con muchas escenas
donde la tela y los hilos
le dan al ladrón engañosa apariencia...

Uy, uy, uy, los ladrones se visten de traje,
y bajo ese ropaje parecen honrados
hasta que por esas razones que sabe el destino
se conoce lo que han robado
y su suerte cambia de camino...